El pesimismo campea en el sector rural, mientras la potencialidad del suelo y otros recursos naturales ofrecen resultados alentadores. Radio Guyracampana alienta a los pequeños productores a luchar con esperanza, en busca de la ansiada vida digna.

HORQUETA (Por Freddy Rojas).

Algunos campesinos que creen ser pobres tienen una mentalidad negativa y por pensar de esa manera pierden al vender sus tierras y emigran a las ciudades para buscar el trabajo que no existe y la vivienda que no les alcanza.

La esperanza y el optimismo, en estos casos, son el camino para llegar a la meta deseada, inclusive el fortalecimiento de las fincas familiares mediante sistemas de regadío para el desarrollo de los cultivos la mayor parte del año, especialmente ante las cíclicas sequías.

El secretario de Agricultura y Ganadería de la gobernación departamental de Concepción, Ing. agroecológico Adriano Muñoz, informó que el sistema de riego es fundamental para evitar la pérdida de cultivos de maíz y plantaciones de hortalizas, verduras y frutas en estos tiempos en que se manifiesta el desequilibrio climático. 

El agricultor que traza un plan para mejorar su nivel de vida debe pensar en esa posibilidad, retirar préstamos del Crédito Agrícola de Habilitación (CAH), del Banco Nacional de Fomento (BNF) o de financieras para instalar en su granja el sistema de riego para humedecer su tierra y evitarse problemas, alegó.

Sin embargo, los labriegos que tienen una mentalidad de pobres dicen “cheko che mboriajhu” y al autodescalificarse hasta venden sus tierras y se mudan a las ciudades, con los resultados previstos de antemano en la generalidad de los casos.

Es fundamental que los agricultores se unan conformando comités que, afianzándose con el paso del tiempo, pueden convertirse en cooperativas productivas bajo el eslogan de “La unión hace la fuerza”.

Cuando se unan y se nucleen en esas organizaciones pueden contratar a un ingeniero agrónomo como asesor que los capacite para recuperar la fertilidad del suelo y mejorar la producción en sus tierras, debido a que desde el gobierno no reciben desde hace décadas asistencia técnica o alguna otra  ayuda más que promesas o “juru he’ê”.  

Tanto los niños como los jóvenes campesinos tampoco reciben educación agraria en las escuelas y colegios del área rural para que tengan capacitación agropecuaria al recibir sus títulos de bachilleres porque la educación paraguaya es pésima e ineficaz porque a los paraguayos no se les enseñan para trabajar en el campo ni en la ciudad, y no constituyen mano de obra calificada.      

Ante esta realidad, desde radio Guyracampana instan a los agricultores para practicar el optimismo y se involucren de lleno en la agricultura familiar para lograr más ingresos económicos y salir de la pobreza con la producción de rubros de consumo y de renta.

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