Pasaron más de dos largos años de la desaparición de Yuyú, pero los 4 fiscales asignados a la investigación nada han aportado de utilidad hasta ahora, mientras rumores de mafia, satanismo, venganza y otros rodean el misterioso caso.
Supuestamente interesado en la suerte de la niña Juliette Le Droumaguet luego de ser denunciada su desaparición el pasado 15 de abril de 2020, el Ministerio Público ordenó la inmediata investigación del caso nada menos que a 4 fiscales, quienes hasta el momento nada han aportado de utilidad o importancia que lleven a la esperanza de encontrar a la niña.
Se trata de los agentes fiscales Lorenzo Lezcano, Carlos Maldonado, Gedeón Escobar e Irene Álvarez, quienes durante meses acapararon la atención del país y de muchas partes del mundo, pero de acuerdo a las evidencias ni siquiera se han acercado a dar con el paradero de la pequeña, cuyo recuerdo perdura en el vecindario de la ciudad de Emboscada, donde vivía con su madre Lilian Zapata y su padrastro alemán Reiner Oberuber, quienes surgen como principales sospechosos en la causa abierta por desaparición de persona y falta del deber de cuidado.
Conocidos de la familia alegan que estas personas tienen mucho que explicar acerca del triste caso protagonizado por Yuyú, de 7 años de edad y con capacidad especial, quien según los datos el 15 de abril se encontraba jugando en el patio de la vivienda familiar en el barrio Isla Alta, cuando fue dada por desaparecida en circunstancias plagadas de misterio.
¿Dónde estaba la mamá? ¿Cómo es que no sabe nada? ¿Acaso a la niña se la tragó la tierra o la llevó un extraterrestre o, como se sospecha, fue secuestrada premeditadamente como chivo expiatorio o algún otro motivo que nunca jamás podrá ser justificado?, son preguntas que se hacen repetidas veces los que buscan justicia en el caso, sin encontrar respuestas tras cumplirse más de dos largos años del escándalo.
Más de 30 declaraciones testificales y ampliaciones de declaraciones, además de 12 allanamientos en diversas zonas del departamento Central y Cordillera para levantar las evidencias necesarias, no han sido suficientes hasta ahora, cuando el vecindario no se cansa de clamar justicia y exigir a los fiscales que trabajen y ofrezcan resultados de valor.
Para colaborar en el caso intervinieron agentes policiales de la comisaría 6ª. de Emboscada, agentes del Departamento de Investigación de Delitos del Departamento de Cordillera, investigadores del Departamento de Homicidios de la Policía Nacional y del Departamento Antisecuestro de la Policía Nacional, personal del Departamento Antiabigeato de la Policía Nacional y personal del Departamento de Criminalística de la Policía Nacional; personal de Bomberos de la Unidad Canina Sin Fronteras de la ciudad de San Lorenzo.
También intervino personal de la Infantería de Marina, con canes especializados y técnicos, que colaboraron con la búsqueda de la niña desaparecida, pero a pesar de este gran despliegue de hombres, equipos y tecnología, solo el silencio responde a las preguntas sobre el destino de la inocente.
“Para nosotros, ella es un ángel que nos ilumina desde donde se encuentra. Solo Dios sabrá hacer justicia para esta maldad increíble de personas que con fines injustificables le han arrancado la sonrisa a esta hermosura, que mientras estaba entre nosotros nos dio una cátedra de inocencia, alegría y felicidad que brillaban en medio del espíritu tenebroso de su entorno”, postea este martes Remigia Cabrera, vecina de Isla Alta, tras señalar que en la madrugada tuvo un sueño donde se le apareció la niña, sonriente como siempre, diciéndole que ella está con Dios.