La Cappro pide una ley de admisión temporaria, pero indefinida, para oleaginosas con fines industriales. La capacidad de procesamiento actual es de 4,2 millones de Ton. anuales, pero se procesan solo 3 millones de Ton. por año, según se informó.
La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) cumplió 16 años de trabajo en el país, agregando valor a las materias primas agrícolas y aportando al desarrollo nacional.
Fundada hace 16 años con el objetivo de impulsar la industrialización de oleaginosas, en la actualidad agrupa a las 10 industrias aceiteras más importantes cuyo volumen de producción representa el 95% de la cantidad de aceites y harinas oleaginosas producidas y exportadas por el país.
Desde su fundación, el gremio aboga por la industrialización de la materia prima agrícola nacional dentro del país con el fin de convertir al Paraguay en un productor mundial de alimentos con valor agregado y generar más puestos de trabajo, formales y de calidad, para los paraguayos y un mayor ingreso de divisas para nuestra economía.
“Igual que hace 16 años, en la Cappro seguimos comprometidos con el desarrollo del país y creemos que la industrialización es el camino. La producción y exportación de alimentos con mayor valor agregado permitirá al Paraguay posicionarse como un importante proveedor global de alimentos y generará más ingresos de divisas. Hoy, más que nunca, necesitamos de una mayor industrialización”, expresó Sandra Noguera, gerente general de la Cappro.
Entre el 2012 y el 2021, las industrias asociadas a la Cappro canalizaron más de la mitad de la soja cosechada en el país y sus productos han llegado a más de 75 países del mundo.
La capacidad de procesamiento de las industrias es de 4,2 millones de toneladas de forma anual y en la actualidad dan empleo a 8.800 colaboradores de manera directa e indirecta.
El gremio está conformado por 10 empresas industriales que procesan oleaginosas para la obtención de harina, cascarilla de soja y aceite crudo y refinado, pero algunos de sus asociados también realizan otros procesos industriales conexos como envasado de aceites comestibles, producción de grasas y margarinas, balanceados y aceite de coco.
Las firmas asociadas y principales procesadoras de oleaginosas del país son: ADM, BISA, Bunge, Caiasa, Cargill, Contiparaguay, Copagra, Mercantil comercial y Oleaginosa Raatz.
Como parte importante de la cadena de oleaginosas, la industria aceitera nacional se ha caracterizado siempre por liderar los proyectos tendientes a mejorar la sostenibilidad en todos los segmentos, ya que entendemos que solamente a través de una correcta gestión de los recursos disponibles, el ritmo de crecimiento que imponen las necesidades alimenticias podrá sostenerse en el tiempo, añadió Noguera, tras destacar que los esfuerzos y acciones están orientados a colaborar con los ODS y la Agenda 2030.
“Como mensaje final por nuestro mes aniversario, quisiéramos recalcar que, más allá del quiebre de cosecha de este año, la industria aceitera nacional viene operando con una subutilización de su capacidad instalada de un millón de toneladas de soja al año o incluso más; el 2021 es una muestra clara al respecto, ya que a pesar de haberse conseguido una producción agrícola superior a la de años anteriores, la industrialización de soja no alcanzó ni siquiera los 3 millones de toneladas, volumen muy inferior con respecto a la capacidad potencial de procesamiento de más de 4,2 millones de toneladas”, puntualizó la gerente general.
Consideró que sería muy oportuno que se apruebe una ley de admisión temporaria para importar oleaginosas con fines de industrialización, que se aplique de manera indefinida y no solo temporalmente (como está previsto actualmente en el Decreto N° 7051/2022 del 11 de mayo de este año, vigente hasta el 31 de diciembre de 2022 y que sigue pendiente de reglamentación) “ya que sería una herramienta útil para competir con las industrias de otros países dónde sí existe ese régimen flexible para importar y de esa manera permitir la consolidación de la industria nacional”, remarcó Sandra Noguera.