Padres de familia paraguayos sospechan que el Plan de Transformación Educativa del MEC oculta la perversa ideología de género, en el contexto del globalismo progresista que busca destruir a la familia a partir de la «de»formación académica.
A través de una Declaración dada a conocer a la opinión pública nacional, la Cámara de Diputados pide al gobierno de Mario Abdo Benítez detener el proceso de diseño del Plan Nacional de Transformación Educativa sin establecer fechas referentes a eventuales reinicios de las discusiones con agrupaciones contrarias a este proyecto, entre ellas comunidades educativas y padres de familia, que presentan oposición por considerarlo un atentado contra la familia al incluir de forma encubierta la polemizada ideología de género que enarbola el orgullo gay y otros tipos de perversión sexual y humana.
El comunicado, que lleva la firma de los diputados Ángel Paniagua (presidente) y Freddy D’Ecclesiis (secretario parlamentario), tampoco abunda en detalles acerca de argumentaciones de forma o de fondo, limitándose a poner paño frío a la situación, que mantiene en vilo a la población educativa nacional, a pesar de que la propaganda oficialista quiere dar a entender que todos los sectores involucrados tienen voz y voto en las discusiones sobre las reformas a ser introducidas en el marco de las “mejoras” académicas.
“Nadie nos consultó nada”, protestó este jueves un padre de familia del colegio Sagrados Corazones de Asunción, de tendencia católica, tras ser abordado sobre el proyecto educativo que contó durante todo este tiempo con la bendición del gobierno nacional, la oposición aliada y la prensa amiga que le han dado manija al asunto en consonancia con sectores y ONGs internacionales que ofician de celosos custodios de la educación inclusiva con participación de la ideología de género que abra las puertas a la cultura de la depravación en las aulas en el contexto de la diabólica Agenda global 2030, firmada por Paraguay.
En medio del estrépito a punto de desbordar surge la figura del ministro de Educación Nicolás Zárate, señalado como impulsor del proyecto transformador y acusado de limitarse a discutir el enlatado de la Reforma Educativa entre cuatro paredes con el protagonismo del exclusivo club de amigos conformado por soldados del globalismo aliados a sectores de mando y poder nacionales, entre ellos el oficialismo abdista y la oposición, que se mantienen callados ante la situación en medio de sospechas no develadas de estar recibiendo sumas siderales de incentivos de parte de las organizaciones de perversión.
La propia Iglesia Católica ha sido señalada de oponer una tibia reacción ante la abierta amenaza de la cultura de perversión en las instituciones educativas, limitándose a oficiar de espectadora de lujo, mientras educadores y padres lanzan alaridos de alerta.