El riesgo de perder su feroz zoquete en la EBY hizo bajar a Nicanor de su «arasa mata» y, tras una segunda gran derrota electoral, se viste de Lista 1 ante la irritación de cartistas que muerden los dientes ante la pléyade de escombros provenientes de Añeteté. (Foto: Prensa 5).

El movimiento Honor Colorado, que recientemente obtuvo una resonante victoria en las elecciones partidarias con miras a los comicios generales de este abril, enfrenta un duro trance en el interior de la ANR debido a la reticencia por convivir bajo la misma carpa republicana con escombros políticos aliados aún fuertemente con el abdismo Añeteté, que se niegan a abandonar los zoquetes y, según fuentes confiables, buscarían rearmarse en un frente contestatario dentro del partido bajo la batuta de Marito.

Por un lado, los maristas quieren asegurar sus zoquetes en el próximo gobierno de la mano de Santi Peña y al mismo tiempo buscan evitar el riesgo de quedar debilitados y, eventualmente, fuera de las mieles del poder, para lo cual siguen prendidos al dueño de la lapicera que, se sabe, apenas tiene unos meses en el cargo y después posiblemente deberá enfrentar las consecuencias de su desastre de gestión, incluidos actos de traición a la patria y al partido, robos y negociados por millones de dólares en plena pandemia, y entrega generosa del poder a la oposición en busca de blindaje político y judicial, entre otras acusaciones.

Molesta a sectores del cartismo el hecho de tener que seleccionar máscaras a la hora de hacer proselitismo por la Lista 1, que por ello mismo enfrenta demoras cuando corren los días y los plazos electorales se acortan, a pesar del rezago importante de la oposición en la carrera presidencial.

La sola presencia de escombros partidarios, como los integrantes del Clan Samaniego, “Cachito” Salomón, Juan Eudes Afara y Nicanor Duarte Frutos, por citar solo algunos de los más cuestionados, genera reacciones encontradas dentro del cartismo.

Casos emblemáticos como el del “mariscal de la derrota”, que enfrenta un segundo gran fracaso desde que cayó derrotado por soberbio y debió resignar el poder de la República ante la izquierda luguista, provocan caras largas e irritaciones.

La situación es aprovechada al máximo por la oposición concertada y el efrainismo, que ante la falta de proyectos concretos de mejoras para el país después del desastre de su aliado Marito, alinean filas para criticar al cartismo como única “estrategia” electoral.

Para ello, cuentan con la ayuda de sectores mediáticos aliados bajo una misma carpa de negociados e impunidades, que según el observatorio ciudadano están debidamente identificados y, al igual que Abdo Benítez, serán denunciados con sobradas evidencias documentales en el próximo gobierno colorado.

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