Imagen dolorosa y patética que se multiplica en Emboscada por la falta de agua, ante el repudio generalizado de los usuarios hacia la inútil dirigencia de la Junta de Saneamiento, mientras el calor infernal se encarga de convertir los hogares en un verdadero caos.
Una información que seguramente causará revuelo en el sector más populoso de la ciudad de Emboscada que arrastra una gravísima falta de agua es que la planta de tratamiento recientemente inaugurada por la Essap, y celebrada como un acontecimiento milagroso por el vecindario, no fue destinada precisamente a la gente carenciada del vital líquido, como todos creen, sino a la población carcelaria, luego de que el penal de Tacumbú terminara por trasladar a sus más de 4.000 presos a finales de este año.
“La semana pasada fuimos un grupo de concejales a la Essap en Asunción con dirigentes de la Junta de Saneamiento para interiorizarnos del resultado de la movilización realizada por los usuarios de la 4ª Compañía, que comprende los barrios Ysypoyú, Cerro Corá, Cachela y Santo Tomás, y logramos hablar con el presidente en ejercicio del ente, Dr. Carlos Antonio López, quien nos dio la precisa sobre el tema, que tantas versiones y rumores levanta en la comunidad”, afirmó el concejal colorado Isabelino Ortiz.
Sin pelos en la lengua, el legislador comunal dijo lo siguiente: “Essap nos dijo que la planta de tratamiento de agua fue destinada a la cárcel de Emboscada y nos dio a entender que nosotros, los sedientos de la 4ª Compañía, solo ligaríamos el líquido de rebote nomás”.
Añadió que, según el presidente en ejercicio del ente aguatero estatal, el servicio para la cárcel aguarda aún la instalación de cañería específica y logística adecuada, “pero mientras tanto pueden proveernos de agua si contamos con un reservorio de gran capacidad para que se pueda distribuir a la gente a través de un tanque igualmente de gran dimensión”.
El concejal sostuvo que el propio intendente municipal, Silvio Raúl Peña, estuvo presente en la reunión y escuchó de boca del mandamás actual de la Essap la situación real del problema de agua.
“Essap dijo concretamente que la infraestructura inaugurada por Marito es para la cárcel, pero que iban a buscar la forma de adaptarse a las circunstancias hasta que esté listo el conducto que va al penal de alta seguridad de la compañía Minas. Ellos se comprometen a llenar eventualmente un tanque específico para la 4ª Compañía, que debe ser nuevo porque el actual está agrietado y es insuficiente para satisfacer la alta demanda. Nos dejó en claro que el problema no es de la Essap sino de la Junta de Saneamiento”, disparó el concejal.
Aclaró que en una reunión posterior realizada por representantes de la criticada Junta de Saneamiento y la Erssan (ente regulador), se determinó un plazo de dos a tres semanas para definir eventualmente el costo que deberá cobrar la Essap por la cesión del agua potable al vecindario.
Mientras corren los plazos se acumulan severos cuestionamientos a la directiva de la Junta de Saneamiento porque, a pesar de la promesa de que habrá agua suficiente hasta que se firme el convenio de prestación en el actual plazo de 15 a 20 días, las canillas solo dejan escapar aire seco mientras la gente, impotente ante la supina inoperancia de sus inútiles dirigentes, debe rebuscarse en tajamares contaminados o tratar de comprar de carritos aguateros con dinero que no tienen.