Indignados sociales frente al local municipal este jueves, donde pidieron a gritos solución urgente a problemas de inseguridad, falta de infraestructura, pésimos servicios públicos y, encima, denuncias multiplicadas de corrupción en el uso de bienes y recursos municipales.
Hartos de problemas de fondo como la inseguridad, el pésimo estado de las calles, servicios precarios y sospechas multiplicadas de corrupción en el uso de los bienes y recursos públicos por parte de una rosca impune de autoridades y empresarios, pobladores de la ciudad de la Emboscada se unieron en manifestación este jueves frente al local de la Municipalidad, donde siguieron de cerca con gritos de protesta la reunión de la Junta Municipal que convocó a sesión extra para tratar varios pedidos, entre ellos la intervención de la Intendencia.
“Estamos acá por mandato del pueblo, y como representantes de la gente cansada de tanta injusticia, derroches, inoperancia y robos de fondos destinados a servicios y desarrollo cuyo destino se debe investigar sin más pérdida de tiempo”, afirmó el líder de la bancada opositora colorada, Isabelino Ortiz, secundado por los demás concejales de la ANR.
La inclemencia del tiempo no fue obstáculo para que los pobladores salgan a la calle a manifestar su repudio por la situación declarada, que incluye denuncias concretas de inoperancia y sospechas de latrocinio a través de obras debidamente presupuestadas, pero no ejecutadas, según la denuncia.
Un punto que generó fricciones entre las bancadas liberal y colorada fue el pedido de intervención de la Municipalidad, que se llevó a votación y se decidió derivarlo a estudio y consideración en la Comisión de Legislación, liderada precisamente por el concejal Ortiz, cabeza visible del movimiento cívico que, según dijo, se ha declarado en pie de guerra contra la Intendencia Municipal.
Durante la caldeada sesión donde no faltaron acusaciones mutuas, los concejales colorados denunciaron también el ambiente de inseguridad que castiga a la población y obliga a la gente a recluirse en sus casas por el temor de salir a la calle y ser asaltado o atacado por narcoadictos.
“De hecho, el tráfico de drogas se ha apoderado de nuestra ciudad, sin que nadie haga nada para respaldar la seguridad de la gente”, denunció Ortiz.
En medio de los tiroteos verbales, un miembro del legislativo comunal recordó un reciente hecho de justicia por mano propia practicado por airados vecinos que reprendieron con furia contra un conocido asaltante que, según reconoció la propia Policía, arrastra un rosario de detenciones por un abanico de delitos y crímenes, pero al poco tiempo recupera la libertad y vuelve a delinquir.
“Este es un ejemplo de cómo opera la fiscalía de Emboscada, asociada con la Policía, para apañar a los delincuentes y desproteger a la ciudadanía”, disparó Ortiz, luego de que el jefe de Policía local se presentara en sesión y respondiera con excusas los reclamos por la inseguridad.
“En una semana vamos a tener a mano el resultado del pedido de intervención”, informó el titular de la Junta Municipal, Gustavo Cañete, quien con su voto se encargó de definir la posición de la bancada liberal en favor de la postergación del insólito pedido que, según los proponentes, busca poner orden en la Intendencia, procurar el desarrollo de la postergada comunidad y establecer las sanciones previstas en la ley para quienes incumplen o violan responsabilidades en el ejercicio de la función pública.
De acuerdo a los datos, el estado de cosas es la extensión de una cultura de impunidad arrastrada de la anterior administración municipal liberal, con 18 largos años en el poder, donde la Junta Municipal ofició en los hechos como un brazo articulado más de la Intendencia con concejales ciegos, sordos y mudos a los reclamos de la población, entre ellas la gravísima falta de agua, que hasta hoy día no pudo ser solucionada para desgracia de las víctimas de esta criminal desidia, que en vez de respuestas de solución reciben excusas.