Sereno y campante como pocas veces, Payo se dirige a sus leales indígenas invitándoles a suspender las manifestaciones después de utilizarlos servilmente para sus negros propósitos.
Reacciones de rechazo y críticas de variado calibre recibieron expresiones vertidas a la opinión pública por el ex candidato a presidente de la República del partido Cruzada Nacional, Paraguayo “Payo” Cubas, quien a través de un vídeo grabado en la Agrupación Especializada de la Policía Nacional donde se encuentra detenido por agitador agradece la lealtad demostrada a su causa por indígenas en las manifestaciones realizadas frente al Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).
Tras señalar sentirse “preocupado” por la suerte de los “hermanos indígenas” en las movilizaciones, Cubas agradece la lealtad demostrada por estos y les “invita” a retirarse a sus casas para seguir “trabajando juntos” por el bien del país y la gente.
Trató de aclarar que las manifestaciones no son producto de Cruzada Nacional, pero sí es de familias paraguayas que arrastran necesidades insatisfechas, sin abundar en detalles y sellar con un llamado a la reacción como es su estilo.
Apunta también al Instituto Nacional del Indígena (INDI) para que “haga su trabajo” en el sentido de tomar en cuenta la situación de precariedad histórica en que se encuentran estos connacionales y la necesidad urgente de recibir atención digna y oportuna.
“Vamos a deponer esa actitud, porque puede haber más gente lesionada de nuestra parte”, remata en alusión a la represión que finalmente se concretó la madrugada de este miércoles y acabó con el despeje de la avenida Eusebio Ayala que por varias semanas la convirtieron en territorio liberado, dejando una secuela de inmundicias esparcidas por el asfaltado, y millares de ciudadanos castigados diariamente por la ocupación de la vía pública.
La reacción de Payo, en la medida de sus expresiones, no se compadece de su prontuario de amenazas y violencia, que en esta “cruzada” llegó al límite de anunciar con quemar el país, entre otras medidas terroristas, para “limpiarlo” de corruptos y ladrones.
Sin ningún empacho, el abogado que pretendió ser presidente de la República despachó a un grupo de leales indígenas cerrándoles las puertas y dejándoles tirados a disposición de la suerte, teniendo en cuenta que el Estado no se hace cargo de los mismos, específicamente el INDI, convertido en un elefante blanco ocioso e inoperante.