Un solitario agente se dispone a destruir plantas de marihuana en Alto Paraná. La Senad «machetea» la droga pero no lesiona las estructuras de producción con la detención de narcos, con lo cual mata el perro pero no la rabia.
Agentes de Senad con asiento en Ciudad del Este rastrearon zonas de cultivos ilícitos de marihuana en la jurisdicción de la colonia Chacore’i, distrito de Ñacunday, departamento de Alto Paraná, con la coordinación del Ministerio Público encabezado por el fiscal Manuel Rojas y lograron sacar de circulación 12 toneladas de marihuana de valor millonario, según se informó.
Al despliegue operativo para la erradicación de la superficie cultivada los intervinientes añadieron acciones para el desarrollo de nuevas investigaciones y así lograron detectar otra plantación de 4 hectáreas de la droga adictiva cuyo consumo está limitado por la ley.
En las áreas de plantación clandestinas se descubrió también la existencia de tala indiscriminada de árboles, que supone el delito de deforestación ilegítima.
En otro frente, específicamente en la zona de Caazapá, la Senad anuló la producción de seis toneladas de marihuana.
En cumplimiento de las estrategias enmarcadas en la eliminación de cultivos ilícitos, la fuerza operativa perteneciente a la Oficina Regional de Encarnación trabajó en la Colonia Pacurí, distrito de Tava’i, donde localizó un narcocampamento y erradicó alrededor de seis toneladas de la droga.
Para el proceso de empaquetado de cargas, los encargados de la producción habían montado un campamento que fue desmantelado por los agentes, según el informe oficial.
La Senad no ha informado acerca de la detención de narcotraficantes y, en el caso del Alto Paraná, ni siquiera el arresto de sospechosos de la tala ilegítima de bosques.