Cinismo traidor. El embajador Ostfield se confunde en un tierno y cariñoso abrazo con el presidente electo, candidato a la presidencia por el cartismo, que recibe «puñaladas» como respuesta a críticas y «molestias» al imperio.
En una actitud que no conoce de antecedentes parecidos en la post-dictadura, el gobierno de Estados Unidos ha incurrido en una práctica cobarde y artera para acallar voces críticas, y lo peor es que no solo los que cometen semejante “osadía” son alcanzados por sanciones oficiales sino sus familiares, que nada tienen que ver con los asuntos en discusión.
Oleadas de rechazo generan en la ciudadanía la información publicada por un medio oficialista aliado del extraño embajador norteamericano Marc Ostfield, según la cual una hija universitaria que se encuentra cursando estudios en el país del norte fue sorprendida con la suspensión de su visa, sin más explicaciones que la determinación emanada del gobierno estadounidense.
El caso viene a colación del “exabrupto” generado días recientes por el diputado colorado Yamil Esgaib luego de censurar y reprender de forma terminante el trabajo del fiscal general del Estado, Dr. Emiliano Rolón, quien retrucó las duras expresiones del legislador señalando que se trataba de una bravuconada no compartida incluso por sus pares parlamentarios y la sociedad paraguaya.
Estados Unidos, que durante todo el desastre del presente gobierno ha establecido una cabeza de entendimiento y amistad a toda prueba -con el cercano y firme acompañamiento de la oposición y holdings mediáticos hermanos- nunca ha cuestionado la gestión de Mario Abdo Benítez sino todo lo contrario, se convirtió en protector y padrino de la corrupción y abusos seriados, especialmente el rapiñaje de millones de dólares de los fondos del covid.
A tal punto ha llegado la ceguera de Estados Unidos con los amigos del Paraguay que ningún solo referente de la oposición efrainista y afines ha sido inculpado de “significativamente corrupto”, como sí lo fueron jerarcas colorados, específicamente el movimiento Honor Colorado.
Antes que hacer mea culpa de su injerencia grosera e involucramiento en los asuntos internos del Paraguay, el gobierno norteamericano continúa con su campaña en contra del cartismo, en su más amplio escenario, mientras el raro embajador hace alarde de cinismo dándose en abrazos supuestamente fraternos y amistosos con el presidente electo Santiago Peña.
Los últimos sancionados por Estados Unidos con la suspensión de visas son el diputado Esgaib y el también diputado Walter Harms, ambos de Honor Colorado, con sus respectivas familias.