
Campesinos portan armas de grueso calibre reservadas para uso militar. También cuentan con un arsenal de bombas molotov, evidenció la Policía con drones. La situación, antes que revertirse, se torna candente ante la fortificación tipo guerrilla instalada en Pindó.
La situación en la colonia Naranjito, jurisdicción de la Estancia Pindó invadida en el 2012, se encuentra al rojo vivo, por lo que en cualquier momento puede degenerar en otro conflicto de graves consecuencias para la paz pública y la seguridad del entorno poblacional, si se tiene en cuenta que los autodenominados “campesinos sin tierra” lanzaron el mensaje de que el uso de la fuerza, a través de la violencia, es el único camino que tienen para “legalizar” la propiedad privada.
Esta es la conclusión expresada por efectivos policiales encargados de la intervención de la manifestación realizada en la Ruta 3 el pasado domingo 28 de setiembre, cuando hordas de invasores armados tomaron de rehén al comisario principal Gerardo Aquino, jefe de la comisaría del lugar, a quien sometieron a tortura psicológica y lanzaron amenazas de muerte a diestra y siniestra.
En el contexto de la medida de fuerza fue detenida una pieza menor del engranaje de violencia, identificado como David Sánchez, lugarteniente del líder campesino instalado en Pindó, Jorge Mercado, con orden de captura por un rosario de crímenes y delitos contra la paz pública, seguridad de las personas, depredación de bosques, abigeato, abuso (lavado de cerebro) de mujeres y niños, e incluso producción de droga (marihuana), entre otros.
Durante la detención de Sánchez, la Policía interviniente descubrió y se incautó de un arsenal de armas de guerra (potentes fusiles 5.56 de uso militar exclusivo), a más de revólveres de variado calibre, pistolas, puñales, estoques e incluso bombas de fabricación casera conocidas como molotov.
Dentro de la Estancia invadida, una comitiva fiscal-policial intervino en julio pasado un laboratorio de producción de droga refinada, incautándose de evidencias que comprometen a los “campesinos sin tierra” en el narcotráfico.
En diálogo con La Mira, un alto jefe policial a cargo de los refuerzos enviados al lugar desde varias comisarías de Canindeyú expresó que con cada manifestación la violencia se hace más patente.
“Ahora tomaron de rehén a un alto jefe de la Policía Nacional, a quien humillaron y amenazaron de muerte. Nos preguntamos cuál será la siguiente muestra de violencia, si se tiene en cuenta el arsenal de fuego con que cuentan, sumado a otros hechos gravísimos como la impunidad y, por lo que se ve, la carta blanca que tienen para hacer lo que quieren”, añadió tras pedir el anonimato.
Intentos seriados de “legalizar” las tierras invadidas de la Estancia Pindó por parte de los campesinos violentos han sido rechazados por el Indert que, en todos los casos, resolvió que se trata de una propiedad privada y solo puede ser negociada con los dueños.