Frigoríficos en el ojo de la tormenta. El expresidente de la industria cárnica, Dr. Luis Pettengill, afirmó esta noche que parte del problema en el negocio del producto se debe al proselitismo gremial en la ARP.
Frigoríficos eluden responsabilidad en denuncias hechas públicas por productores ganaderos del país, que acusan a los industriales de establecer parámetros arbitrarios y perjudiciales en la comercialización de la carne.
“El mercado externo está muy difícil debido a varios factores, entre ellos la concentración del producto por una cuestión de demanda, y uno de los pocos alimentos que no puede ser almacenado por mucho tiempo es la carne, porque los clientes la prefieren en estado fresco”, afirmó en la noche de este jueves el Dr. Luis Pettengill, ex presidente de la Cámara Paraguaya de Carnes y conocido industrial cárnico.
Entrevistado por el Canal 9 de televisión, enumeró una serie de elementos que, según expresó, afectan al sector industrial, entre ellos el coronavirus, del cual dijo que afecta la productividad por el protocolo para la pandemia establecido por el Ministerio de Salud Pública, que incluye la menor cantidad de personal en actividad por la distancia a ser respetada.
Tras hacer una serie de consideraciones que, desde su punto de vista, justifican la situación del sector procesador, esquivó la responsabilidad de los frigoríficos en la fijación de los precios de los cortes al consumidor final, derivando parte de esa asignación a los supermercados.
Pettengill señaló que los exportadores cárnicos tienen apenas participación en la comercialización a nivel local, a través de cortes de primerísima calidad o premium, por lo cual los cuestionamientos de venta interna, como los altos precios de venta al público denunciados por la ciudadanía, deben ser canalizados en otros ámbitos, entre ellos la Secretaría de Defensa al Consumidor (Sedeco).
A través de un comunicado, la Asociación Rural del Paraguay (ARP) reclamó esta semana “una explicación” a los bajos precios de la carne recibida por los productores de ganado, y la conclusión imperativa de los estudios de la Comisión Nacional de la Competencia (Conacom, dependiente del Ministerio de Industria y Comercio) sobre la concentración, posición dominante y prácticas abusivas de los frigoríficos que operan en el país.
El documento de marras tiene relación con un tira y afloja extendido entre ambos sectores, que se ha agudizado desde el año pasado con problemas críticos en los campos de producción de ganado, entre ellos inundaciones severas, mal estado de los caminos rurales que dificultaron el acceso del transporte, y posteriormente una sequía extendida que provocó una oleada de incendios en casi todo el país que destruyó varios establecimientos y provocó la muerte de animales.
Para dar crédito a sus afirmaciones, el Dr. Pettengill ensayó un tiro de rebote a los productores, afirmando que quieren vender sus animales a pesar de que el mercado está saturado por la falta de demanda que influye en la disminución de la cotización, e incluso llegó a decir que la situación imperante se debe a vaivenes propios del momento electoral de la ARP, con directiva fenecida y a resultas de su renovación luego de la actual cuarentena sanitaria.