«Por ahora, y en estas condiciones, el horizonte de los productores está más lejos que nunca, y tenemos que olvidarnos de que nuestra paupérrima situación pueda mejorar”, afirmó el Dr. Galli sobre el «arrendamiento» de Frigonorte.
El directivo de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Dr. Pedro Galli Romañach, afirmó que el tema del “arrendamiento» del frigorífico Frigonorte por parte del gigante exportador de carne Minerva/Athena Foods “es sencillamente el golpe de gracia para matar las esperanzas de que los productores de ganado en Paraguay podamos llegar a tener buenos precios por nuestro producto, que encima de todo arrastra un infortunio en cadena, que comenzó hace un par de años con las inundaciones que anegaron los campos, continuaron con grandes incendios que quemaron las pasturas, y después sobrevino una extensa sequía que persiste en varias zonas del país”.
“Cuando veíamos que se acercaba nuestra tabla de salvación, que era el ingreso de Marfrig a través de la compra de Frigonorte, vino esta ola gigantesca para hacerla desaparecer definitivamente. Debido a esta mala onda, por ahora, y en estas condiciones, tenemos que olvidarnos de que nuestra paupérrima situación pueda mejorar”, refirió.
De acuerdo a los datos, a mediados de marzo Marfrig estaba a punto de cerrar una operación de compra de Frigonorte (ubicado en la zona de Pedro Juan Caballero, Amambay) pero no pudo concretar el negocio debido a la irrupción de la pandemia en nuestro país.
Se trata de una de las mayores productoras de carne bovina del mundo, de capital brasileño, que estableció un compás de espera a la operación de compra y habría recurrido a una opción de arrendamiento -que no pudo ser confirmada de fuentes formales- mientras analiza la situación del comercio internacional de carnes luego de la pandemia.
El otro frigorífico involucrado en el tema es Athena Foods, del grupo Minerva, considerado el mayor exportador de carne vacuna de la región, con un formidable esquema de marketing que exalta las virtudes de la carne paraguaya como alimento saludable, de sabor singular, que cumple con los estándares de calidad y sanidad de los mercados, pero sin embargo no hace alcanzar sus ganancias al esencial sector productivo, “que de esta manera recibe migajas a cambio de un producto altamente competitivo”, expresó el Dr. Galli Romañach.