El influyente diario inglés The Economist grafica la incómoda situación de Paraguay frente a las tensas relaciones entre China y Taiwán.
Es legítimo que existan productores pecuarios que pretendan vender sus productos al mercado de la República Popular China, pero esto no ocurre por decisión de ese gobierno, que pretende extorsionar la libre determinación del Paraguay de entablar relaciones con los países que así lo considere conveniente y romper las históricas relaciones con el hermano pueblo de Taiwán para luego comprar productos “made in Paraguay”, afirmó el embajador de Paraguay en Taiwán, Carlos Fleitas.
Sostuvo que esta situación no puede ser causal de la modificación de la actual política de relaciones con Taiwán, dado que constituiría una violación de la Constitución paraguaya que consagra el principio de autodeterminación de la República del Paraguay.
“Paraguay y Taiwán comparten valores comunes como la libertad, la justicia y la democracia, por lo cual nuestro país siempre ha defendido la postura de que esa nación hermana debe ser reincorporada al sistema interestatal de naciones y pertenecer a los organismos internacionales por los aportes que puede brindar, dados sus avances en varias áreas y por el criterio de la universalidad de los derechos”, alegó el diplomático.
“Nuestro interés nacional está en seguir nuestras relaciones con Taiwán”, enfatizó Fleitas, tras destacar la vigencia plena del Estado de Derecho y las garantías constitucionales, así como los principios preceptuados en la Constitución Nacional de 1992 en lo relacionado a los fines rectores de la política exterior.
La formulación de la planificación estratégica de la política exterior de un país constituye uno de los elementos fundamentales de las relaciones internacionales de un Estado nacional, y dentro de ese contexto entendemos que el objetivo final de la diplomacia seria y eficiente de una nación lo constituye la defensa del interés nacional, en este caso de la República del Paraguay, sostuvo el embajador.
Las manifestaciones de Fleitas echan por tierra pretensiones comerciales de productores paraguayos que buscan en China un nicho de mercado emergente y competitivo, en un momento donde, según afirman, la demanda de alimentos crece de manera multiplicada.
El presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Pedro Galli, ha expresado de forma abierta el interés del gremio no solo por hacer negocios con China sino cerrar las puertas a Taiwán, en una posición criticada por violar normas constitucionales de relacionamiento y negocios con Taiwán.