Sillas sin pupitre. Apenas una tenue muestra del estado ruinoso de las escuelas públicas que medios anticartistas denuncian ahora con gran destaque tras 5 largos años de silencio aliados con el abdismo. (Foto: Oxfam).
Con enorme destaque publican (publicitan) estos días medios periodísticos de la capital el estado de abandono en que se encuentra la mayoría de las escuelas públicas del país, entre ellas instituciones educativas instaladas en Asunción, que presentan una imagen patética ante los ojos de propios y extraños, y ni decir de alumnos que han tenido, y tendrán nuevamente en este año lectivo, la desventura de pasar por esas aulas ruinosas y olvidadas.
“Escuela de Curuguaty tiene baño sin techo y en la intemperie”; “Alumnos de escuela de San Pedro dan clases bajo árboles debido a aulas en peligro de derrumbe”; “Próximo inicio de clases en escuelas en estado deplorable”; “La educación paraguaya, entre las peores”.
Estos son algunos títulos de diarios o zócalos de canales de televisión que, en apariencia, muestran interés en la calidad de la educación del Paraguay y desenrollan una saga agresiva de materiales periodísticos que patentizan el estado físico de las instituciones de educación pública.
Se trata de los mismos medios que callaron de forma artera el desastre de la educación paraguaya en los últimos 5 años, en coincidencia con el tiempo de duración del gobierno de Mario Abdo Benítez, considerado uno de los peores presidentes del postronismo.
De repente, los grandes holdings despertaron y se dieron cuenta del desastre educativo.
Entre estos, saltan los nombres de editoriales y apellidos comprometidos hasta la médula con el desastre de Marito, a quien se encargaron de blindar de todo tipo de críticas y cuestionamientos a cambio de dádivas, prebendas y regalos, especialmente las jugosas licitaciones amañadas o direccionadas.
El diario La Nación ha venido publicando informaciones sobre el enorme e impune tráfico de influencia manejado por el gobierno anterior para alimentar a panza llena a dueños de medios amigos, esos mismos que hoy día despiertan del largo sueño y ven desastre por todos lados, pasando de largo su compromiso con la objetividad y otros tantos deberes éticos en el ejercicio de la profesión o la actividad periodística.
Marito se encargó con habilidad supina de poner a raya a los medios aliados no solo con prebendas sino con impunidad, teniendo en cuenta que algunos de ellos estarían seriamente vinculados con el lavado de dinero y el contrabando a gran escala.
De esta manera, la indiferencia y desconsideración mediática amiga sobre la educación paraguaya en los últimos 5 años -durante todo el gobierno de Marito- está dando frutos amargos, patentizados no solo en el estado físico ruinoso de las instituciones educativas públicas sino en la pésima calidad de los maestros, que figuran entre los peores de la región y del mundo, aunque sí aparecen como campeones en reclamos y demandas con contraprestaciones ausentes.
Ni uno solo de los más de 100 viajes oficiales de Marito y señora, calificados de turismo 5 estrellas con plata del pueblo, fue motivo de cuestionamiento de medios aliados, a pesar de los nulos resultados en materia de mejoras para el país y la gente.
Muchos de esos tours fueron utilizados por el abdismo para hacer propaganda sobre la «lucha contra la criminalidad y la delincuencia», mientras la población paraguaya era sorprendida día a día por traficantes, asaltantes y ladrones que convirtieron el Paraguay en territorio liberado.